Escrito por: Anthony Kinslow II, PhD, CEM | Traducido por Adrian C. Guzman Durante generaciones, las comunidades hispanas han sido sistemáticamente privadas de los recursos y oportunidades que se proporcionan a otras comunidades estadounidenses. Justice40 es más que una iniciativa de Biden-Harris: garantiza un compromiso financiero para restaurar a las comunidades afectadas por desigualdades históricas y llevar una inversión duradera donde más se necesita. No importa si no simpatizas con la vicepresidenta Kamala Harris, si tienes dudas sobre sus políticas o si no te agrada su pasado como fiscal. Si queremos ver que los progresos y recursos de las comunidades beneficiarias de Justice40 continúen, necesitamos votar por ella. Las consecuencias de las próximas elecciones van más allá de los sentimientos personales y preferencias políticas. Un componente crucial de la política que afecta directamente a las comunidades hispanas en todo el país está en juego: la iniciativa Justice40 del presidente Biden. Esta orden ejecutiva garantiza que el 40% de las inversiones federales fluya hacia comunidades desfavorecidas, abordando inequidades profundamente arraigadas. Debido a que la iniciativa fue instituida por una orden ejecutiva, si no tenemos a la presidenta Kamala Harris en noviembre, la orden ejecutiva probablemente será derogada. Justice40 afecta a todos los departamentos federales: vivienda, educación, transporte, energía, protección ambiental y mucho más. Usando una amplia gama de métricas para definir a las comunidades desfavorecidas, el programa está diseñado para evitar desafíos legales mientras garantiza que la gran mayoría de las comunidades hispanas se beneficien de estas inversiones federales. A pesar de esta histórica iniciativa, gran parte del progreso para implementarla podría deshacerse con los resultados de esta elección. Justice40 es una orden ejecutiva y, como todas las órdenes ejecutivas, puede cancelarse con un solo golpe de pluma del próximo presidente. Si una administración republicana toma el poder, hay muchas razones para creer que este esfuerzo será desmantelado, especialmente con el deseo explícito de Trump de revertir las políticas de Biden. Por eso debemos votar. Porque esto no se trata solo de un candidato, sino de asegurar un futuro donde las comunidades hispanas finalmente sean priorizadas. En una administración Harris o una presidencia Biden-Harris continuada, podemos esperar que el programa Justice40 crezca y se institucionalice aún más. Este progreso ya ha comenzado, lenta pero seguramente, en departamentos como el Departamento de Energía (DOE), el Departamento de Transporte (DOT), la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), con líderes que trabajan en cambios sistémicos. Se conoce a muchas personas en estos puestos que están trabajando para realizar cambios significativos y duraderos. Esto contrasta marcadamente con la presidencia de Trump. Sabemos que muchas veces el trabajo del gobierno siempre es lento; se está sentando la base. Para que este progreso eche raíces y siga beneficiando a nuestras comunidades, votar para preservarlo es esencial. Este es nuestro voto para mantener los fondos federales fluyendo hacia nuestros vecindarios. ¡ASÍ QUE VOTA! Juntos, podemos asegurar que el programa Justice40 continúe creciendo y elevando a las comunidades que han quedado atrás durante demasiado tiempo.
0 Comments
|